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Menopausia
Tu cuerpo cambia, tu placer también
8 min
Spoiler: Tu deseo sexual no se está acabando
La salud sexual es parte de tu salud
La salud es una suma de muchas partes: física, emocional, mental, social… y sí, también sexual. En Soy ELLA creemos que tu sexualidad no debe de estar en un cajón olvidado y la ponemos en el centro de la conversación. Porque no es un extra, ni un lujo: es parte esencial de tu bienestar, de tu autoestima, de tu manera de estar en el mundo y de conectar con otras personas.
Por salud sexual nos referimos a todo lo que tiene que ver con tu sexualidad: desde los cambios que estás viviendo físicamente, hasta tus nuevos niveles de libido y el encuentro sexual placentero con otras personas… y todo lo que cabe en medio. Durante la menopausia, tu sexualidad puede, y muy probablemente va a, cambiar, así que hoy vamos a hablar de cómo redescubrir tu cuerpo, tu deseo y tu intimidad.
Lo que nadie dice (pero deberíamos decir más)
Con la menopausia, muchas mujeres sienten que algo cambia en su sexualidad. A veces es una sensación leve, otras veces más marcada e intensa. Los datos lo confirman:
El deseo sexual disminuye en 40% a 55% de los casos.
El 25% a 30% reporta lubricación insuficiente.
Entre el 12% y el 45% experimenta dolor al tener relaciones.
Detrás de estos síntomas está lo que se conoce médicamente como Síndrome Genitourinario de la Menopausia (GSM). Suena técnico, pero es simple:
« menos estrógeno = más sequedad, menos elasticidad y más incomodidad »
Créenos, no eres tú, ¡son tus hormonas! Y lo importante no es hacer como si no ha cambiado nada, sino habitar el cambio con paciencia, amor y honestidad.
Esto es lo que puede cambiar
Tu cuerpo está en transición y eso significa que tu sexualidad también. Estos son los cambios más comunes en términos de salud sexual:
Resequedad vaginal y alta sensibilidad.
Excitación más lenta o menos intensa.
Cambios emocionales que impactan el ánimo y la libido.
Lo importante no es negar lo que sientes. Es entenderlo, nombrarlo y buscar formas nuevas de cuidar tu placer.
¿Es momento de hablar con tu pareja?
De verdad, las palabras pueden ser varitas mágicas. Tu pareja probablemente no sabe por lo que estás pasando, el sinfín de estados de ánimo por los que atraviesas en un día y el impacto que todo este cambio hormonal está teniendo en tu deseo sexual. Es momento de dejar la pena y los tabúes a un lado, y abrir la conversación. Esto te va a permitir reconectar, comprender y reconstruir su intimidad.
Acá algunas ideas de qué temas tocar: habla de lo que antes disfrutabas y ya no, de los momentos del día en el que te sientes más conectada, de posiciones nuevas que te gustaría explorar o las que te incomodan, de los cambios en tu cuerpo que quisieras que entienda y de distintas formas de expresar intimidad. Contar con el apoyo de un terapeuta sexual también podría ayudarles a atravesar esta nueva sexualidad.
¿Condón después de la menopausia? Sí, por favor
Puede que ya no te embaraces, pero las infecciones de transmisión sexual siguen siendo una posibilidad. Y más aún si la mucosa vaginal está más frágil. Si no estás en una relación monógama o exclusiva en la que ambos se han hecho pruebas, el condón sigue siendo tu mejor aliado.
¿Qué puedes hacer para sentirte mejor?
¡Muchas cosas! La primera, y una de las más efectivas, es la terapia hormonal (TH), que consiste en equilibrar los niveles de distintas hormonas con el fin de disminuir y aliviar los síntomas. Esto es lo que podrían hacer por ti:
Estrógeno: Mejora la lubricación, la elasticidad de los tejidos y la sensibilidad genital. Puede aplicarse localmente (en cremas, óvulos o anillos) o de forma sistémica.
Testosterona: Aunque es una hormona asociada a los hombres, también está presente en tu cuerpo. A niveles adecuados, puede aumentar el deseo sexual y la respuesta al placer.
DHEA: Es una hormona precursora que puede mejorar la función sexual y aumentar la lubricación vaginal cuando se aplica de forma local.
Y además de la TH, tenemos otras recomendaciones fundamentales:
Lubrica: Usa lubricantes a base de agua o hidratantes vaginales con regularidad. Si lo necesitas, pregunta por opciones con estrógenos locales.
Redescubre el deseo: Dale tiempo al cuerpo. Juega, explora. El deseo no siempre es espontáneo, pero puede volver a encenderse.
Ejercita el suelo pélvico: Los famosos Kegels fortalecen los músculos del placer y mejoran la circulación.
Actívate: Moverte, bailar, caminar, respirar. Todo esto mejora tu estado de ánimo y tu relación con tu cuerpo.
Evita irritantes: Jabones con perfume, baños de espuma o ropa interior sintética pueden alterar el equilibrio vaginal.
Igual de poderosa que siempre
Acuérdate: mereces una vida sexual plena, consciente y libre de juicios. La menopausia no está acabando con tu deseo sexual, pero sí te está invitando a explorarlo desde otro lugar. Estamos contigo en este camino.