Salud Mental
Perimenopausia
Menopausia
No estamos locas, son nuestras hormonas
10 min
Un día te das cuenta que estás llorando porque no encuentras tu celular. Al otro, discutes contigo misma en el pasillo del súper porque no te acuerdas a qué fuiste. Y aunque a veces te causan gracia tus nuevos despistes, en el fondo te preguntas: ¿Qué me está pasando? ¿Me estoy volviendo loca?
La respuesta es «no». No estás loca, no estás exagerando y no te lo estás inventando. Estás atravesando por la menopausia, una revolución silenciosa que no solo afecta tu cuerpo, también transforma tu mente y tus emociones. En este artículo te hablamos de cómo los cambios hormonales impactan en tu salud mental.
El cerebro también pasa por la menopausia
Cuando pensamos en menopausia, es común pensar en bochornos, cansancio y cambios en el peso, pero pocas veces se habla de otro lugar en el que también se viven cambios: tu cerebro. La disminución de estrógeno —esa hormona que ha estado a tu lado desde que eras adolescente— no solo impacta tu fertilidad: afecta cómo piensas, cómo sientes, cómo duermes y hasta cómo recuerdas.
Podríamos decir que el estrógeno es algo así como el Project Manager del cerebro. Ayuda a que neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina hagan bien su trabajo: regular tu estado de ánimo, tu energía y tu capacidad de adaptación al estrés.
Cuando el estrógeno disminuye, ese equilibrio se rompe. Y entonces, aparecen emociones intensas, cambios de humor inesperados, ansiedad que no sabías que habitaba en ti. ¿Sientes que ya no eres la misma? No estás equivocada: tu cerebro está aprendiendo a funcionar con nuevas reglas.
Entre la tristeza, el olvido y el cansancio
Investigaciones recientes muestran algo contundente: las mujeres tienen el doble de probabilidades de experimentar depresión durante la perimenopausia que en cualquier otra etapa de su vida. Esto no significa que todas pasarán por una depresión, pero sí que muchas sentirán una tristeza profunda, una desmotivación generalizada, una sensibilidad más vulnerable y una montaña rusa de emociones difícil de explicar. No es flojera. No es drama. Es biología. Y reconocerlo es la primera forma de acompañarte con más amor.
A esto, además, tenemos que sumarle la “neblina mental”, o menopause fog, se trata de esos momentos en los que abres el refrigerador y no sabes qué ibas a agarrar, se te quedan las palabras en la punta de la lengua y concentrarte parece un suplicio. No es que estés perdiendo inteligencia. No es que seas menos capaz. Tu cerebro está adaptándose y, como toda transformación, requiere paciencia.
Moverse con el cambio
Entonces, tu baja en la producción de estrógeno está afectando tu paz mental, lo que afecta tu energía, tu motivación y tu bienestar general. Aquí algunas directrices para navegar esta etapa:
Buscar ayuda profesional: El primer paso ya lo diste, por eso estás aquí, ahora compleméntalo con acompañamiento psicológico u otro tipo de terapia adaptada a tu caso particular.
Priorizar tu descanso: De verdad, dormir no es un lujo, es medicina.
Cuidar tu cuerpo como quien cuida una planta nueva: movimiento suave, buena alimentación, mucha hidratación.
Hacer de la ternura contigo misma un hábito diario.
Dejemos de ser invisibles
Durante demasiado tiempo, las mujeres menopáusicas hemos sido caricaturizadas: locas, histéricas, amargadas. Hoy, la ciencia nos da la oportunidad de romper esa narrativa. Hablar de menopausia no es quejarse: es reclamar nuestro derecho a ser entendidas. Es saber que nuestros cambios tienen nombre, causa y tratamiento. Es darnos cuenta de que no somos débiles, somos seres complejos y en movimiento. Esta etapa puede ser el pretexto perfecto para volver a entrar en contacto con la versión de ti que eres hoy: más sabia, más libre, más auténtica.
Un recordatorio
Si hoy te sientes distinta, abrumada, frágil... si sientes que partes de ti se han movido de lugar: respira. No estás fallando. Tus hormonas están reescribiendo el mapa de tu cuerpo y tu mente, pero tu esencia —lo que eres de verdad— sigue aquí. La menopausia no es el fin de tu historia, es solo un nuevo capítulo. Uno en el que puedes decidir, con más conocimiento y más compasión, qué caminos quieres transitar. Así que la próxima vez que te preguntes si te estás volviendo loca, recuerda: no, no estamos locas. Estamos vivas. Estamos cambiando. Y aceptar el cambio siempre es un acto de valentía.
Fuentes
Harvard Health Publishing. (2023). Menopause and mental health. Harvard Health. https://www.health.harvard.edu/womens-health/menopause-and-mental-health
The Pause Life. (n.d.). Menopause, memory & mental health. The Pause Blog. https://thepauselife.com/blogs/the-pause-blog/menopause-memory-mental-health
Estradiol and serotonin: Receptor and transporter regulation of mood. (2010). PubMed. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20700047/
Soares, C. N. (2013). Depression and menopause: Current knowledge and clinical recommendations for a critical window. Psychiatria Danubina, 25(Suppl 2), 239–245. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC3374589/