Perimenopausia

Menopausia

Hormonas por aquí, hormonas por allá: Terapia hormonal

4 min

Lo sabes: la menopausia es, ante todo, una transformación hormonal. Y justo por eso, poner en el centro a tus hormonas puede ser clave para vivir esta etapa con mayor bienestar. Hoy existen herramientas para acompañarte, y una de las más habladas «y a veces también malinterpretadas» es la terapia hormonal (TH). ¿De qué se trata? ¿Cuándo se recomienda? ¿Es para todas? Aquí te contamos lo esencial.

Clase de anatomía: ¿Qué pasa en tu cuerpo?

Antes de hablar de reemplazo, vale la pena entender qué es lo que se está reacomodando en el cuerpo. Durante la perimenopausia (que puede comenzar años antes del último periodo), los niveles de estrógeno y progesterona comienzan a fluctuar de forma impredecible. Un mes puedes tener un subidón y al siguiente una caída libre. Esta inestabilidad hormonal puede traer consigo bochornos, insomnio, cambios de humor, ansiedad, resequedad vaginal, cansancio y más.

Cuando llega la menopausia -es decir, que han pasado 12 meses consecutivos sin menstruar - los ovarios prácticamente dejan de producir estas hormonas. Pero el estrógeno y la progesterona no solo regulan el ciclo menstrual: tienen receptores en todo el cuerpo, incluyendo huesos, cerebro, piel, corazón, vejiga, sistema digestivo. Por eso, su ausencia puede sentirse de forma tan integral: desde el metabolismo hasta la memoria, pasando por el deseo sexual y el estado de ánimo.

Terapia hormonal: ¿Qué es y para qué sirve?

La terapia hormonal hace justamente eso: reponer las hormonas que el cuerpo ha dejado de producir, principalmente estrógeno y progesterona, y en algunos casos, testosterona. Comenzó a usarse de forma masiva en los años 60 y, tras décadas de investigación, ajustes y reevaluaciones, hoy sabemos mucho más sobre sus beneficios, casos de uso y aplicaciones.

La Sociedad Norteamericana de Menopausia (The Menopause Society) señala que existen estudios que demuestran cómo la Terapia Hormonal (TH) puede aliviar de manera efectiva una amplia variedad de síntomas que muchas mujeres experimentan durante la menopausia.

Entre sus beneficios comprobados están:

  • Alivio de bochornos, sudores nocturnos y palpitaciones

  • Mejora en la calidad del sueño

  • Menor irritabilidad, ansiedad y depresión

  • Prevención de la pérdida de densidad ósea y fracturas

  • Mejora en la lubricación vaginal y disminución del dolor durante encuentros sexuales

  • Mayor claridad mental y posible mejora en la memoria

Tipos de terapia: ¿Qué hormonas se usan y cómo se administran?

Igual que cualquier otro tipo de terapia, no hay una fórmula universal. Existen distintas combinaciones y formatos, y encontrar la más adecuada depende de tu historial médico, tus síntomas y tu etapa de vida, pues hay condiciones médicas que están contraindicadas con la toma de hormonas. Además, hay distintas formas de llevarla a tu cuerpo.

Hormonas utilizadas:

  • Estrógeno: es la base de la mayoría de las terapias. Es la que más alivia los síntomas vasomotores (bochornos, sudores), la resequedad vaginal y el insomnio.

  • Progesterona (o progestágenos): si aún tienes útero, se utiliza para contrarrestar el efecto del estrógeno en el endometrio y evitar el riesgo de hiperplasia o cáncer.

  • Testosterona: puede recomendarse en dosis muy bajas para mujeres con pérdida marcada de deseo sexual, cansancio o falta de motivación.

Formas de administración:

  • Vía transdérmica: parches o geles aplicados en la piel. Tienen menor impacto en el hígado y un perfil de riesgo cardiovascular más bajo.

  • Vía oral: pastillas que se toman diariamente, pueden ser combinadas (estrógeno y progesterona).

  • Vía vaginal: óvulos, tabletas o cremas, indicados para tratar síntomas urogenitales sin impactar mucho al resto del cuerpo.

La elección del tipo y la vía depende de muchos factores: desde si tienes o no útero, hasta tus antecedentes de migraña, trombosis o cáncer, por lo que siempre debe ser una decisión compartida con especialistas.

¿Qué tanto es tantito?

Las mujeres que atraviesan por TH, ya vivieron los efectos de los picos hormonales en su cuerpo, y no quieren volver a pasar por ahí. Así que es común que se pregunten por cuánto tiempo se puede tomar la terapia hormonal.

La respuesta corta es: depende. La terapia no tiene un reloj preestablecido. Se recomienda usarla mientras los beneficios superen los riesgos y mientras sigas sintiendo mejoras significativas en tu calidad de vida. Independientemente de cuánto tiempo de tratamiento sea el adecuado para ti, lo  importante es que siempre se haga siempre con seguimiento médico.

Las guías actuales sugieren iniciar la TH idealmente antes de los 60 años o dentro de los 10 años posteriores a la menopausia, pues en este “ventana terapéutica” se ha observado un mejor perfil de seguridad, especialmente en temas cardiovasculares. La dosis también importa: se busca siempre la dosis mínima efectiva, personalizada y ajustable con el tiempo.

Abróchese el cinturón de seguridad: lo que debes considerar antes de empezar

La TH no es para todas, ni es un «copiar y pegar». Antes de iniciar cualquier tratamiento hormonal, como especialistas, en Soy ELLA haremos una evaluación completa que incluye:

  • Historia médica personal y familiar: Especialmente antecedentes de cáncer de mama, eventos trombóticos, enfermedades cardiovasculares y hepáticas, migrañas fuertes o sangrados vaginales.

  • Exámenes de laboratorio.

  • Evaluación de síntomas, estilo de vida y metas personales

Además, es importante saber que hay muchas formas de acompañar esta etapa: cambios en la alimentación, ejercicio, terapia psicológica, mindfulness, suplementos y apoyo comunitario también pueden formar parte de tu plan integral. La decisión de tomar hormonas no debe ser binaria ni apresurada. Es una conversación. Y tú tienes la última palabra.

Estamos hormonales, ¿y qué?

Durante mucho tiempo, hablar de hormonas fue casi un tabú. Se asumía que lo que pasaba “era normal” y que teníamos que aguantarnos. Hoy sabemos que no tiene por qué ser así: hay tratamientos, opciones y decisiones que puedes tomar en tus propios términos.

Sí, las hormonas están bajando en tu cuerpo… pero también están disponibles afuera, listas para ayudarte si así lo decides. Y eso es una gran noticia, pero no la única. Si la TRH no es para ti, existen tratamientos no hormonales que pueden aliviar síntomas específicos, así como cambios en tu estilo de vida que te ayudarán a atravesar esta etapa.

Clínica virtual de atención experta y personalizada para la menopausia, diseñada para acompañar a las mujeres en cada etapa de su travesía.

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© Project M, de RL de CV.

Calle Aguascalientes 71, Álvaro Obregón,

CDMX, México, 01090, MX.

2025 Soy ELLA. Todos los derechos reservados.

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